Turismo en Venezuela

lunes, 25 de febrero de 2019





🍀UN DÍA EN MOTO POR LA SIERRA  🍀
🌸MADRID🌸



Si eres de esas personas que necesita estar en contacto con la naturaleza para eliminar todos los males, pues esta ruta, entre montañas y ríos te va a servir para drenar todo el stress de la ciudad.




Aunque yo la hice en moto, en coche vas disfrutar solo que no tendrás la libertad de pararte donde quieras para apreciar el paisaje y no le da ese toque salvaje y de adrenalina plus, pero paseo es paseo y con buena compañía mejor.




Empezamos en Madrid subiendo al puerto de Navacerrada, que si vas los fines de semana en invierno y muy tempranito lo encuentras relativamente vacío, pero si ya te demoras y llegas pasada las 13:00 vas a encontrar un montón de familias dichosas y el parking full, (+1punto a la moto). Este camino es súper conocido y el más popular para llegar a la nieve, con el camino de Smith a un lado y las pistas de esquí del otro, no hay como aburrirse.



 Pues aquí giramos a la derecha y bajamos, por cotos, rascafría, todo ese paisaje de pinos como los de Frozen, con riachuelos y cascadas escondidos entre las carretera (+1+moto) deja la moto en los miradores y baja a las cascadas y ríos, si vas es coche y con niñas que amen las princesas de Disney, se sentirán en una película.

Seguimos la Ruta hasta Buitrago de Lozoya, donde nos espera un pueblito entre el río y la Muralla, donde el olor a leña, carne y pan recién horneado se mezclan para levantarle el apetito a cualquier persona.



Buitrago de Lozoya

Relajamos las piernas, caminamos por la muralla, apreciamos el río, imaginamos que estamos en la serie española Isabel, con 4300 habitantes y con una historia desde 1083, este pueblito tranquilito tiene mucho que contar. 

“Lo esencial es invisible a los ojos”.

En esta ruta, pasas por: el Monasterio del Paular, las Presillas, Rascafría, por Hoya Encavera un río con cascadas muy bonito, con puentes y caminerías.

Nuestro destino final eran las Hoces del Duratón, pero ya el hambre pegaba así que nos desviamos a Sepulveda, que en particular a mí me lleva al pasado, un pueblito en la montaña, digno de una película medieval, buscamos un restaurante y por 15 euros, comimos un menú que estaba sabroso.


Casco histórico de Sepúlveda



Descansamos en ratito y seguimos a las Hoces, un pequeño gran cañón que tiene enclavado un río precioso con acantilados de hasta 100 metros, en verano se puede ir con el kayak, hacer senderismo hasta el río, ver los buitres, los halcones y las águilas, hacer un picnic en las laderas con una vista hermosa.

Es increíble cuanta majestuosidad y derroche de naturaleza, se encuentra relativamente cerca de una de las urbes más grandes de Europa esa inmensidad que te recuerda lo pequeñitos que somos en el planeta.

Si quieres llegar sin perderte, ya que el parque nacional es muy grande, coloca en el GPS “mirador de las Hoces” y ya está, a caminar feliz por los senderos verdes.



🍀Un día diferente fuera de la rutina, te hará bien, sal a conocer el mundo es la única forma de entenderlo realmente🍀



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